Un espacio de lectura y reflexión sobre Gestión Empresarial y Liderazgo. Y si quieres todavía más… todos los JUEVES a las 16:20 (GMT+1), en CAPITAL RADIO, mi sección "QUIERO SER UN BUEN JEFE"
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Comienza una nueva etapa de este blog. Después de reflexionar durante más de un año sobre experiencias personales de liderazgo en el ámbito de la empresa, en esta nueva etapa me centraré en las causas de la mediocridad en el liderazgo, ya sea en el mundo de la empresa, en el político, en el económico, o en el social.
¿Y por qué hablar sobre algo negativo cuando la moda, lo fashion, lo cool, es positivizarlo todo? Pues muy sencillo: porque solo desde la conciencia de la mediocridad se puede aspirar a la excelencia. Y también porque estoy harto de la mediocridad de la sociedad española y estoy incluso harto de mi propia mediocridad.
Si nuestros políticos son mediocres (hipótesis), o si nuestro sistema educativo es mediocre (hipótesis), o si nuestras empresas son mediocres (hipótesis)… Señoras y Señores… DESPERTEMOS! Si existe toda esa mediocridad es porque TODOS NOSOTROS SOMOS MEDIOCRES. Todas las personas pertenecientes a esos estamentos salen de nosotros, de los ciudadanos. No vienen de otro planeta. Ergo todos somos mediocres.
Hoy hablaré sobre el sistema educativo en España. Trataré sobre este asunto en más ocasiones. En ésta me centraré en un aspecto concreto: el nivel de exigencia en nuestras aulas. ¿Cuándo nos vamos a dar cuenta de que enseñar al ritmo que marca el colectivo con más dificultades para el aprendizaje no es lo adecuado?
Por pura probabilidad estadística, en cada aula tendremos a un grupo reducido de alumnos con capacidad intelectual destacada (llamémosle grupo A), un grupo mayoritario de alumnos con una capacidad intelectual media (grupo M), y finalmente otro grupo reducido con dificultades para el aprendizaje (grupo Z).
Por un perverso concepto de solidaridad, los profesores tienden a impartir los conocimientos al ritmo que necesitan los niños con dificultades, es decir, los del grupo Z.
Os invito a reflexionar sobre los efectos perversos de esta praxis:
– Alumnos del Grupo Z: no tienen ningún estímulo para esforzarse más allá de sus capacidades. Los pre-adolescentes y adolescentes tienen el cerebro muy plástico, lo cual favorece las conexiones neuronales, que son las que conforman nuestra capacidad intelectual. Si no les retamos, si les educamos como a incapaces, obtendremos incapaces.
– Alumnos del Grupo M: estamos desaprovechando su plasticidad neuronal. Son alumnos que podrían dar más de sí, pero como no se sienten retados por el sistema, tienden al estado de mínima energía, como todos los cuerpos de la naturaleza. O sea, les estamos instalando en la mediocridad intelectual. Les estamos hurtando la posibilidad de que brillen.
– Alumnos del Grupo A: aquí los efectos del grupo anterior se verán multiplicados. Si a aquéllos les instalamos en la mediocridad, a éstos les estamos instalando en el aburrimiento intelectual, que es primo hermano de la mediocridad. Cualquier cosa que suene a escuela, a educación, a aprendizaje, la rechazarán sistemáticamente el resto de sus vidas. Se aislarán en sus hobbies, lo cual está bien, pero como colectivo estaremos desaprovechando un talento precioso.
A esto era a lo que me refería anteriormente con solidaridad ‘perversa’. Solidaridad para con el Grupo Z… ¿pero qué pasa con el resto? ¿Quién piensa en ellos? ¿Cuánto talento estamos desaprovechando? El débil también tiene derecho a que se piense en él o ella, sí, pero con refuerzo externo. No se pueden convertir nuestras aulas, durante su horario lectivo, en centros de refuerzo permanente.
Tan solo brillamos cuando salimos de nuestra burbuja protectora y nos enfrentamos a los desafíos a los que la vida, nuestros tutores y nuestros mentores, nos exponen. Salir de la zona cómoda requiere de padres, madres y profesionales que nos conduzcan por senderos de esfuerzo y de reto.
Como decía Goethe, ‘Trata a una persona como lo que es, y seguirá siendo lo que es; trátala como lo que puede llegar a ser, y se convertirá en lo que puede llegar a ser’.
Luchemos contra nuestra mediocridad.
Bienvenidos a un futuro mejor!
Daniel Sánchez Reina
Sígueme en Twitter: https://twitter.com/DanielSnchezRna
Dani, como siempre es un placer leer tus escritos.
Gracias, Pilar. Un placer volver a oir de ti.
esta bien este ,, principio de raciocinio , analítico sobre la situación actual,, pero yo me pregunto,, no sera que nos están induciendo a la desesperanza ,, para someternos como esclavos
Hola Miguel Ángel.
Oigo a menudo posibilidades como la que expresas: que la mediocridad interesa a nuestros mandatarios para tenernos sometidos. No lo sé, pero en mi opinión no creo que sea así, básicamente por 2 motivos: 1/ sería atribuirles una capacidad de visión a largo plazo de la que carecen; 2/ gran parte de la exigencia que debería existir en las escuelas la podrían transmitir directamente los educadores, pasando de los políticos y del sistema; si no lo hacen no es por culpa de los políticos ni del sistema, sino por razones que se me escapan.
Gracias por pasarte por aquí.
Buen post!
Definición de mediocridad (fuente: http://es.thefreedictionary.com/mediocre):
1 Que es de calidad mediana o regular, o más bien mala: su último disco es un tanto mediocre.
2 Que no es interesante o que no tiene valor: el trabajo realizado fue mediocre, por eso no ganó el premio.
3 Se aplica a la persona que no es inteligente o que no tiene suficiente capacidad para la actividad que realiza.
Desde la escuela ser brillante o sobresalir del rebaño, o cuestionar al profesor con argumentos, acarrea recelos, enemistad e incluso problemas. Tal y como apuntas el sistema educativo ya evidencia esa intención de homogeneizar los alumnos preparándoles para una sociedad adulta claramente mediocre e uniformada.
Somos mediocres por naturaleza, tenemos tendencia a la media, a lo seguro y conocido, salvo unos pocos individuos que aman el riesgo o el cambio constante. El resto tendemos rápidamente a estabilizarnos entorno al electroencefalograma plano. Para colmo de una sociedad narcotizada, no hay premio para los que sobresalen, a no ser que vayan bien acompañados o tengan la suerte de hacerse un hueco como vendedores de sueños o bufones de la corte.
Estoy de acuerdo. Un punto de partida es asumir nuestra mediocridad y hacerle frente con humildad y valentía.
Aún recuerdo la cara de horror de un profesor de octavo, cuando delante de toda la clase se me ocurrió decir que me disponía a hacer una presentación oral «mediocre» (no la llevaba muy bien preparada que digamos, pese a que salió de matrícula la cosa).
Es un hecho: la mediocridad nos horroriza por las consecuencias que tiene la sobre nuestro mundo, sobre nuestras vidas, el día a día,… Sin embargo, debemos hacerle frente empezando por nosotros mismos, nuestros hijos, nuestros conocidos.
Te reto a que busques ideas para retar a nuestros hijos!
Un saludo,
P.
Gracias por tu comentario, P.
Efectivamente, sin empujes externos todos tenemos tendencia a la media, y de ahí a la mediocridad solo hay un pequeño paso.
Acepto el reto, para algún próximo post, de buscar ideas para retar a nuestros hijos.
Un saludo.
Algunos son mas mediocres que otros. Como decia Einstein todos somos ignorantes, aunque no todos ignoramos las mismas cosas….Lamentablemente nuestro sistema educativo (con wert peor) cada vez que le meten mano los politicos empeora. Con lo sencillo que seria dejar que sean los buenos maestros los que fijen el ritmo y contenidos, porque con buenos alumnos se consiguen buenos ensenyantes y juntos buenos resultados. El sistema encorsetado que tenemos solo fabrica «borregos» y por suerte, algunos «rebeldes» que se aprovechan de las ensenyanzas recibidas para destacar de tanta MEDIOCRIDAD.
Un abrazo from CATALONIA
Efectivamente, esto no parece que pueda ir a mejor. Bien al contrario, todo apunta a que el aborregamiento puede ir a más.
Gracias por tu comentario.
Dani, estoy de acuerdo contigo en 1), pero en caso de 2) (el papel de los profesores), hay profesores muy buenos en todos los niveles, en la pública y la privada, que se esfuerzan por sacar la parte brillante de sus alumnos. Pero no hay que olvidar que para educar hace falta toda una tribu.
Gracias por tu comentario.
Por supuesto que hay excepciones. Precisamente ése es el reto: convertir la excepción en norma.
Es muy buen punto el que comentas de la tribu. El sistema educativo no son solo los profesores. También son los padres y la sociedad. No estoy muy seguro de que la mayoría de padres estén por la labor de exigir más a sus hijos. Lo que observo mayoritariamente es interés para que sus hijos aprueben, pero no por la calidad de los conocimientos adquiridos. El mundo laboral nos democratiza: si la calidad de esos conocimientos es baja, estamos abocando a nuestros hijos a un mundo duro para el que no estarán preparados. Y respecto a la influencia de la sociedad, no siento buenas vibraciones.
En mi opinión, el concepto de Mediocridad se ajusta a los parámetros impuestos por la Sociedad. Parámetros basados en un Ideal de Excelencia, que se ajusta a los requerimientos de una Sociedad Burguesa, en donde la Excelencia esta al Servicio de Beneficios e Intereses económicos regidos por el Capitalismo.
El Hombre, por definición, es necesariamente Mediocre. Su existencia es Mediocre, siempre la Falta es lo que lo impulsa a actuar.
Como arquitecto y por una voluntad que se ajusta a la necesidad de perseguir el Exito (economico, laboral, personal), mi mediocridad justamente reside en perseguir esos valores burgueses que atentan contra La Mediocridad.
El comentario anterior que realice reproduce una Concepción filosófica, pero lo cierto es que SOMOS parte de un Sistema en el que necesariamente, nos guste o no ,debemos adaptarnos para seguir adelante.
Nacimos y nos educamos con Ideales, de los cuales, no podemos escapar.
La Mediocridad en la Educación, a mi criterio, nace primero en la falta de estimulacion por parte de los Padres, profesores, y todos los que forman parte de Nuestra Educación.
En lo personal, siempre desde mi niñez sabia que me gustaba la Arquitectura. Pero sin saber lo que la Arquitectura representaba. No sabia (a mis 13 años ) que existía una carrera que inconscientemente representaba mi vocación.
En el Primer trimestre de Primer año, el profesor de dibujo nos hizo hacer una maqueta de una Casa. Fue en ese momento en donde descubrí mi vocación.
Creo que la enseñanza mediocre se reduce a transmitir conocimientos enciclopedicos (necesarios), sin darle Lugar a la Estimulación de los estudiantes.
Si pudiera corregir de alguna forma la Forma de Enseñanza, intentaría como primer paso descubrir en lo posible que es lo que a un estudiante lo estimula, que es lo que le gusta, profundizaría en eso …un tanto idealista mi comentario.
Saludos.
Pablo Fernandez Caride
Hola Pablo.
Como dices, el Sistema Educativo debería encontrar espacios donde el alumno encuentre ‘su elemento’, aquello que le mueve por encima de todo y que sentará la base de su futuro como profesional y como ciudadano. Además de los contenidos académicos intelectuales, claro está.
Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.