Un espacio de lectura y reflexión sobre Gestión Empresarial y Liderazgo. Y si quieres todavía más… todos los JUEVES a las 16:20 (GMT+1), en CAPITAL RADIO, mi sección "QUIERO SER UN BUEN JEFE"
Cada vez soy más fan de los estereotipos sobre culturas y países. Sé que no es políticamente correcto decir esto. Normalmente la gente te mira raro y los más atrevidos se rebelan por considerarlo una generalización que atenta contra el libre albedrío y la racionalidad.
Comprendo todas las críticas. Es más, sobre este asunto no dispongo de más autoridad moral que la que yo mismo me otorgo en base a mis vivencias, con el poco o mucho valor que ello pueda tener.
Veamos algunos de esos estereotipos:
– Los centro-europeos y nórdicos valoran mucho la planificación. Según un artículo publicado por Michael Porter (el gurú de la Cadena de Valor) hace años, estas culturas dedican un 80% del tiempo a planificar y un 20% a ejecutar. Por tanto, en reuniones de trabajo con ellos esmérate en demostrar que tienes un plan bien trabajado donde muestres el qué, el cómo, el cuándo y el quién.
– Los japoneses, además de llevar la planificación anterior al paroxismo (90% vs 10%), requieren de muchísimos detalles para quedar satisfechos. Lo implícito y tácito les incomoda. Si trabajas con ellos pon encima de la mesa (o en el powerpoint) todos los pormenores. Si no lo haces te emplazarán a otra sesión en breve, y así hasta la extenuación.
– Los anglosajones, en el ámbito laboral, no gustan de los circunloquios ni de la paja literaria. Son concisos y van al grano. Despliegan resolución y pragmatismo.
– Los franceses son polemistas natos. Les encanta puntualizar y discutir y argumentar y contra-argumentar. Al trabajar con ellos procura dejar espacio para la discusión, no des los temas por cerrados sin que antes hayan tenido la oportunidad de expresar su opinión.
– Las culturas mediterráneas y latinas en general odian la planificación exhaustiva (aunque la necesitan!!!! Por favor, que caiga un rayo benefactor que les/nos inocule un poquito de planificación a corto, medio y largo plazo). Les gusta/nos gusta que haya espacio para la creatividad antes y durante el desarrollo de cualquier tarea. Son/Somos muy buenos improvisando soluciones para salir del paso en el último minuto (lo malo es que la improvisación suele ser su/nuestro modus operandi desde el primer minuto…).
Tendemos a quedarnos con la versión negativa del estereotipo. De los alemanes decimos que son ‘cuadrados’, cuando lo que en realidad ocurre es que les cuesta mucho salirse de lo que han planificado. De los catalanes decimos que son ‘tacaños’, en vez de verlos como el pueblo ahorrador que son.
Los estereotipos me han ayudado y me siguen ayudando. Me he encontrado con excepciones, por supuesto, pero grupalmente se ajustan muy bien al patrón. Ante la duda, la aplicación del estereotipo suele funcionar muy bien.
¿El estereotipo es una simplificación? Por supuesto, claro que lo es. Y bendita sea la simplificación!
De la misma forma que al salir de casa tenemos suficiente con echar un vistazo a nuestro alrededor para detectar si nos acechan los peligros más habituales (un agujero en el pavimento, un coche que se acerca demasiado rápido para frenar a tiempo, etc), estos estereotipos culturales nos ayudan a comprender y a reaccionar sin la necesidad de conocer en profundidad a cada individuo.
¿Hay ocasiones en que podemos estar equivocándonos? Claro que sí, de la misma forma que nuestro vistazo inicial al salir de casa no detectará una maceta que cae de una terraza, una rama de un árbol a punto de romperse, un rayo que nos parta en días de lluvia, o una pieza que se desprenda de un coche y nos impacte a gran velocidad. No podemos estar permanentemente escrutando en detalle nuestro entorno porque nos volveríamos locos y solo viviríamos para ello. Sería un sinvivir, además de convertirnos en seres inoperantes. Toda simplificación conlleva un riesgo. Pero el riesgo de no simplificar es la parálisis.
Os deseo lo mejor.
Daniel Sánchez Reina
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Hola Daniel, un artículo interesante, creo que el único matiz es que los estereotipos que señalas son evidentemente «positivos» en el sentido de que te ayudan a relacionarte, orientarte, adaptarte a otras culturas … y por los que la gente te mira raro, son aquellos otros que no dan oportunidad a una persona concreta a demostrar su valía, que son un prejuicio.
Algo obvio y que conocemos de sobra, pero sobre lo que hay que insistir.
Hola Mercedes.
Me resulta difícil distinguir entre cuáles son positivos y cuáles negativos. Creo que depende del filtro que aplique cada persona. Como dices, es bueno conocerlos pero no deberían limitar sino contribuir a que nos relacionemos mejor.
Un saludo.
Has déjà do de fuera Los chineses…y de ELLOS hay tres tipos .taiwan Hong Kong y main land china xx