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Artículo publicado originalmente por Daniel Sánchez Reina en la revista de actualidad económica cateconomica.com
Hemos construido entre todos unos clichés sobre patrones de conducta social y laboral de la llamada generación Millenial. Estudios elaborados y publicados recientemente por diversas organizaciones (Harvard Business Review, Manpower Group, Adecco) confirman algunos de esos clichés y desmienten otros.
Repasemos brevemente la clasificación generacional que se suele utilizar en el ámbito profesional:
– Baby Boomers: nacidos entre 1945 y 1964, son los hijos de la Segunda Guerra Mundial. Anhelan un puesto de trabajo estable para toda la vida, trabajadores duros, orientados a la eficiencia en costes, poco adaptables a los cambios y preferencia por el trabajo individual al grupal.
– Generación X: nacidos entre 1965 y 1979, son los llamados inmigrantes digitales. Dotes de liderazgo, sensibles a los estilos directivos, orientados a la consecución de ingresos y no tanto a la eficiencia en costes, les gustan los retos y la resolución de problemas, trabajan bien en equipo. Les incomoda que se les valore por la presencia física en lugar de por los resultados.
– Generación Y (también llamados Millenials): nacidos entre 1980 y 1995, es la primera generación de nativos digitales. Entusiastas, tecnólogos, de espíritu emprendedor, saben cazar las oportunidades al vuelo. Se les considera perezosos, quieren resultados inmediatos, se aburren fácilmente. La estética personal es un valor muy importante. Les incomodan las estructuras excesivamente jerarquizadas.
– Generación Z: nacidos a partir del 1996, aún no incorporados plenamente al mercado laboral.
Los clichés sobre los Millenials que estos estudios confirman como ciertos son:
Sin embargo, los Millenials también presentan las siguientes características, sorprendentes para la imagen que nos habíamos construido de ellos:
En definitiva, los valores tradicionales que nos cantaba el bolero –salud, dinero y amor– siguen estando muy vigentes. O bien se ha producido un contagio generacional o bien se trata de valores universales y atemporales.
Lo verdaderamente relevante de todos estos datos es que la fuerza laboral que ya está aquí tiene esas características. Sepámoslo, aceptémoslo, y actuemos en consecuencia para facilitarles su ingreso y su progresión en la empresa.
Te deseo lo mejor.
Socio ejecutivo de la consultora E2-Eficiencia Empresarial.
Autor de El mentor (Ed. Almuzara).
Autor de El dilema del directivo (LID Editorial).
Colaborador en Capital Radio.
Articulista en Cat.Economica.
Miembro de LID Conferenciantes.
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