LIDERAGORA.net | El blog de Daniel Sánchez Reina

Un espacio de lectura y reflexión sobre Gestión Empresarial y Liderazgo. Y si quieres todavía más… todos los JUEVES a las 16:20 (GMT+1), en CAPITAL RADIO, mi sección "QUIERO SER UN BUEN JEFE"

¿Qué pasaría si Einstein fuera tu jefe?

En la empresa existe un tipo de jefe, el llamado jefe ‘Einstein’, con el que no es fácil trabajar. Si eres uno de ellos, en este artículo encontrarás las claves para no ser odiado. Y si eres un empleado que lo sufre, entenderás mejor por qué tu jefe se comporta así.

REPASEMOS QUIÉN ERA EINSTEIN

einstein

Einstein fue un científico muy poco común. No solo porque perfeccionó las leyes del movimiento y de la gravitación que Galileo y Newton postularon tres siglos antes, sino porque lo hizo de una manera que hasta entonces ningún otro científico lo había hecho: mediante experimentos mentales.

No había otra manera de averiguar lo que él averiguó: que el tiempo no es un valor absoluto sino relativo según el observador, y que por eso, cuando viajas muy rápido,  retrasas el envejecimiento con respecto a alguien que se ha quedado en tierra; que el Universo es una gran malla espacio-temporal, como una gran mesa de billar blanda,  que al soltar un cuerpo encima de ella la malla se curva y altera la trayectoria de los otros cuerpos, incluida la luz.

Si esto ya nos parece de ciencia-ficción hoy en día –y eso que estamos acostumbrados a los avances tecnológicos-, imagínate cómo se sintieron los colegas científicos coetáneos de Einstein: la mayoría no entendía nada. De hecho, todavía hoy a muchos físicos les cuesta comprender la esencia de la Teoría de la Relatividad de Einstein, limitándose a aplicar sus conclusiones para avanzar en sus investigaciones.

La contribución de Einstein a la ciencia ha sido fundamental para la exploración espacial y para nuestra tecnología cotidiana. En concreto, nuestro amigo el GPS sería inútil sin las correcciones relativistas que se aplican a sus cálculos: dado que los satélites GPS y la superficie de la Tierra se mueven a distintas velocidades y están sometidos a distintas intensidades del campo gravitatorio, el tiempo no transcurre igual aquí abajo que allí arriba. La acumulación de diferencias al cabo del día provocaría el caos, con acumulaciones de errores de kilómetros que los convertiría en aparatos inútiles.

Algunos de sus colegas, a pesar de lo impecable de los razonamientos de Einstein y de la elegancia de sus postulados, eran reticentes a aceptarlos. Recordemos que su premio Nobel, recibido  en 1921, no le fue concedido por la Relatividad sino por el Efecto Fotoeléctrico, otra de sus muchas contribuciones a la ciencia. Como decía el filósofo Karl Popper, “ciencia es todo aquello que puede ser refutado por la experimentación; lo demás no es ciencia sino filosofía”. Los antagonistas de Einstein se apoyaban en la imposibilidad de verificar las ideas relativistas empíricamente. Con los años y los avances tecnológicos se pudieron validar experimentalmente -completando la fase de la “experimentación” del método científico-, lo que le catapultó definitivamente al Olimpo de la ciencia.

Por tanto, los 2 elementos que caracterizan el estilo de Einstein son:

  • Era un visionario disruptivo, cuyas ideas no eran una evolución de lo existente sino una revolución
  • Sus ideas no son fácilmente comprobables ni reproducibles

¿QUÉ ES UN JEFE ‘EINSTEIN’?

El jefe ‘Einstein’ tiene una gran habilidad para ver lo que nadie ha visto antes. Su proceso de pensamiento no toma lo existente como punto de partida, sino que rompe con lo establecido, abriendo nuevas vías hasta el momento inexploradas.

Cuando tiene una de sus ideas visionarias y quiere ponerla en marcha, su entorno no entiende nada. Es comprensible, ya que la mayoría de las mentes avanzan secuencialmente, mientras que la suya funciona a saltos olímpicos. No hay elementos previos que avalen su visión, no hay evidencias anteriores. Es pura intuición. Quizá sus ideas sean buenas, pero lo tendrá difícil a la hora de ejecutarlas porque tan solo él las entiende, solo él tiene claro lo que hay que hacer. Es, por tanto, percibido como un genio loco. Será incomprendido.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE LA INCOMPRENSIÓN DE SU EQUIPO?

El ingrediente esencial de todo cambio es que quien lo tenga que llevar a cabo lo comprenda. Esto no se da en los miembros del equipo de un jefe Einstein. Imagínate que caminas por un lodazal, con la indecisión de dónde apoyar el pie y con la incertidumbre de si pisarás en falso y te hundirás hasta las rodillas. Así se siente el equipo del jefe Einstein. Necesitan guía constante para no hundirse en el lodazal.

Un miembro de un equipo que necesite guía constante acaba poniendo de los nervios a cualquiera. Y eso es lo que va a percibir el jefe Einstein: que está rodeado de gente incompetente.

Dado que tendrá que estar encima de la ejecución de su equipo permanentemente, su energía se irá agotando y se le agriará el carácter. Cada día que pase se convencerá más y más de que está rodeado de un equipo inútil, y que, si no fuera porque él empuja, los proyectos no saldrían adelante.

Esta acumulación de frustración y de cansancio le puede convertir en un líder despótico, harto de que nadie lo vea tan claro como él, de tener que estar dando explicaciones continuamente y empujando del carro.

¿ES EL JEFE EINSTEIN QUIEN SE EQUIVOCA, O ES SU EQUIPO?

Para responder a esta pregunta, necesitamos primero definir qué es un buen jefe, un buen líder.

Un buen líder es aquel capaz de generar 3 elementos: Visión, Ilusión, Ejecución.

  • Visión es el lugar adonde quieres llegar. Afecta a cualquier empresa, de cualquier tamaño. La visión no es algo grandilocuente, puede ser algo muy modesto. Visión no es solo lo que tenían Steve Jobs en Apple o Bill Gates en Microsoft o Amancio Ortega en Zara. Visión es lo que hace una pequeña empresa cuando define el posicionamiento que quiere tener en el mercado y con qué productos o servicios va a satisfacer a sus clientes. Visión es la aspiración de crecimiento que tienes para el próximo año. Visión es lo que un emprendedor tiene en la cabeza a la hora de arrancar un negocio. Visión es lo que te hará competitivo, y, por tanto, lo que te hará rentable. La visión la debe tener todo jefe, ya sea el director general, o el director marketing o cualquier otra persona con responsabilidad en la empresa.

 

  • Ilusión es lo que provoca que los miembros de tu equipo se levanten cada mañana con ganas de ir al trabajo. Es lo que les hace sentir que forman parte de un proyecto que vale la pena. Es lo que les hace vivir los colores de la empresa, considerarla una segunda pequeña familia. Es imprescindible que primero la sienta el propio jefe. Su pasión por el proyecto es esencial, porque la pasión se contagia y la desmotivación también. La máxima aspiración de todo jefe debería ser que su equipo se divierta con su trabajo.

 

  • Ejecución es hacer las cosas bien sobre el terreno. Es la puesta en práctica de la Visión en el día a día, a través del trabajo de cada persona. El 90% de las empresas que tienen una estrategia definida fracasan en su ejecución. Esos números tan reveladores ponen de manifiesto que la ejecución es parte esencial del éxito y como tal hay que tratarla. Por eso los líderes de salón que se encierran en sus despachos y pierden el contacto con la operación no son verdaderos líderes porque minimizan la ejecución: sus empresas están predestinadas a formar parte del colectivo de ese 90%. Un líder que no genera resultados es simplemente un showman.

El jefe Einstein dispone de Visión. Su gran carencia es la generación de Ilusión, ya que solo él está ultramotivado con sus ideas. Esa falta de Ilusión provocará que la Ejecución no sea buena.

¿QUÉ DEBE HACER UN JEFE EINSTEIN PARA SER GENERADOR DE ILUSIÓN?

Como ya hemos visto, el jefe Einstein es un creativo de la gestión. Se mueve por su intuición, no por elementos objetivos que avalen su visión. Su discurso es apasionado y emocional, pero nadie le sigue.

3 recomendaciones:

  • Se debe apoyar en datos tanto como pueda. No siempre le será fácil. Llegará un momento en que habrá agujeros que solo podrá llenar con su intuición. Pero debe hacer el máximo de esfuerzos por acumular alguna evidencia, algún hilo del cualquier estirar del ovillo para que la gente le pueda seguir.

 

  • Tiene que rodearse de “embajadores” de su idea. Uno o dos, no más. Son las personas que estarán siempre a su lado cuando se traten asuntos relacionados con el proyecto disruptivo. No debe elucubrar sobre ese proyecto en la soledad de su despacho. Debe hacerlo siempre en presencia de esos embajadores. ¿Por qué? Muy sencillo: para que, como testigos de su proceso mental, los embajadores acaben comprendiendo la idea disruptiva. Así podrán estos a su vez impregnar al resto de la organización.

 

  • Al igual que Einstein, que era un gran físico pero un matemático limitado, el jefe ‘Einstein’ debe acudir a los que saben sobre un aspecto concreto del proyecto para que sean ellos quienes lo desarrollen y así se sientan implicados y más motivados. No debe intentar completarlo el jefe ‘Einstein’ en primera persona porque eso tan solo le alejará aún más de su equipo.

Recuerda que, al igual que las matemáticas son el lenguaje del Universo, el buen liderazgo y una gestión empresarial eficiente son el lenguaje de los resultados empresariales.

Te deseo lo mejor.

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Autor de El mentor (Ed. Almuzara).

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Esta entrada fue publicada en diciembre 3, 2017 por en Uncategorized y etiquetada con , , , .

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